sábado, 23 de marzo de 2013

XV

No sabéis lo que es perderse
entre sus piernas
y encontrarse seguidamente
en sus labios
mientras cargo con el peso
de todas las dudas y falsos reproches
a la espalda.

Tampoco sabéis cómo sonríe
cuando le provoco un escalofrío
al acariciarle la lengua con la mía
(mientras pienso en otra)
o cómo consigo
que se le crispen los nervios
cuando no es capaz
de leer entre miradas
lo que mi cobarde boca
no se atreve a confesarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario