no
me
crees
cuando te digo
que ya te he olvidado.
Ya, claro (me dices).
Tienes que saber
que no te he vuelto a escribir;
a ti no, pero sí a la parte de mí
que se quedó contigo.
Quisiera entrar a través de este delirio
por tu mirada una vez más,
pero no para quedarme,
ni para salir rodando; cristalina.
Simplemente hacerlo
para comunicarle a esa (mi parte)
que he encontrado un lugar más acogedor
que tu clavícula, donde quedarnos a dormir.
Y
no
me
cree
cuando le digo
que ya te he olvidado.
No te lo crees ni tú (me dice).
No hay comentarios:
Publicar un comentario