Miras mi cuerpo desnudo con lascivia;
vistes tus ganas de desdén;
rasgas mi coraza
con morbosa crueldad.
La tentación que reside en tu boca
prende con su lengua mi deseo
y no veas con qué facilidad arde;
(ardemos).
Las llamas nos envuelven;
los miedos se calcinan.
Maquillas gemidos con jadeos,
pero tu pulso se dispara;
tus pupilas se dilatan.
Qué mal disimulas, amor.
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