miércoles, 13 de febrero de 2013

XIII

No te diré que me he ido,
sentirás el vértigo cuando vuelva.
Y negaremos
todas las veces que quieras
lo que fuimos
para volver a serlo.
Si quieres,
podrás volver a conocerme;
lentamente, con ganas.
No maquillaré los abismos,
seguirán siendo tus preferidos;
aquellos en los que volverías a caer
incluso con los ojos abiertos
y la piel desnuda erizada.

Mis manos ya habrán perdido
la forma de tus caderas
y ya apenas se verá
la marca de mis dientes
en tus clavículas
(tendremos que solucionarlo
como mejor sabemos).

Romperé todos los relojes,
e impediré que salga el Sol
para poder hincarle el diente,
con calma y sin previo aviso,
al insomnio que ha visto más Lunas
que yo desde tu habitación.

Y volveremos a bailar un tango horizontal.

1 comentario:

  1. 'Apenas se verá la marca de mis dientes en tus clavículas (tendremos que solucionarlo como mejor sabemos)'.

    Qué bonito, he empezado a leerte y no he podido parar.

    Un beso desde http://drogasyamoor.blogspot.com.es/

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